LA HISTORIA DE ALEJANDRA

Es la historia de una niña llamada Alejandra, tenía 9 años de edad y estaba en tercero de primaria, le iba muy bien. Ella vivía con su papá Roberto y Angélica su madre. Aleja como le llamaban por cariño se quedaba sola en casa de su abuela Guillermina.

Ella se sentía muy sola, su abuelita no la dejaba salir a jugar con sus amigos, la cuidaba mucho diciéndole que la calle era muy peligrosa y que ella era muy pequeña. Esto hizo que Alejandra se enojara y empezó a comportarse de una manera diferente, como no obedecer, ser grosera, le empezó a ir mal en la escuela, ya no le gustaba estudiar ni hacer tareas.

Alejandra lo que quería llamar la atención. Un día su abuelita decidió decirle a Roberto y Angélica toda la verdad lo que había estado haciendo Alejandra. Ya estaba cansada y no aguantaba más su rebeldía. Al enterarse Roberto y angélica hablaron con aleja y le preguntaban qué le pasaba a Aleja.

Se puso a llorar y le contó a sus padres que ellos no le prestaban atención que siempre estaban en el trabajo. Que no la escuchaban, que más la escuchaban los amigos.

Al escuchar todo lo que Aleja les decía se pusieron muy triste ya que era cierto lo que les decía.

Al día siguiente Roberto y Angélica recordaron que pronto sería el cumpleaños de su hija y quisieron hacer una fiesta sorpresa y empezaron con los preparativos sin que ella se diera cuenta.

Alejandra los veía muy sospechosos y como ella se quedaba a donde su abuelita no se dio cuenta de nada. Llegó el gran día de sus cumpleaños, ella pensó que se habían olvidado de él.

Su abuela la felicito y le regalo ropa nueva le dijo que se la pusiera que iba a celebrar por fuera de la casa pero esto era una sorpresa.

LLegando a la casa le preguntó a su abuela porque la había llevado hasta allá y que sorpresa la que se llevó alejandra al ver la fiesta sorpresa que le habían preparado sus papás. Estaba la familia reunida y sus amigos más allegados. Muy feliz y alegre y recibió muchos regalos, y la paso genial, sus padres estaban felices de ver a su hija tan alegre, llamaron a su hija para que soplara las velitas y que pidiera un deseo. Ella pidió que le dieran una hermanita. Sus padres quedaron asombrados. Les causó risa y el día acabó feliz para todos, se fueron a descansar.

Al tiempo Alejandra insistía con el deseo que ella había pedido en su cumpleaños, pero sus padres le decían que era imposible en ese momento, que ellos habían decidido tener solo una hija, que la situación era muy difícil y que era mejor quedarse solamente con ella.

Aleja se puso a llorar y su padre se enojó, la regaño porque siempre se ponía a llorar cuando le decían que !NO¡ aleja se encerró en su cuarto y sus padres se fueron.

Pensando, ellos decidieron meter a Aleja a actividades diferentes para que ocupara su tiempo libre. Alejandra no quería pero sus padres le dieron la orden y empezó clases de ballet.

Al principio no le gustaba mucho, pero conoce nuevas amigas y estaba entretenida, entusiasmada hasta sentía que le gustaban las clases. Cada vez que le tocaba ir se ponia feliz, hablaba con sus amigas les contaba que quería una hermana, pero vaya sorpresa la que se llevó. Cuando sus amigas le decían que ser hija única es lo mejor. Ellas tenían hermanos y hermanas y que se la pasaban de pelea en pelea, que todo se lo tenían que compartir, que si ellas fueran Alejandra estuvieran felices de ser hijas únicas. Ella no podía creer lo que estaba escuchando, pensaba que tener una hermana era genial y por eso se la pasaba pidiendosela a sus padres.

Un día Aleja pidió permiso para ir a la casa de una de sus compañera de ballet, pues quería ver la relación de ella con su hermana y ver cierta verdad lo que ella decía de tener hermanas. Al llegar a la casa de Laura fueron directo a su cuarto. Vió que en el cuarto había dos camas y juguetes por aparte y mucho desorden, Laura se enojó mucho por que vió el cuarto no estaba como ella lo había dejado, y fue a pegarle su hermana Naty.

Aleja las miraba alegar y pelearse entre ellas, la mamá al ver como discuten se enojó mucho y las castigo mandandolas a su cuarto para que lo ordenan. En cuanto Aleja vio se disculpó y dijo que era mejor para otra ocasión. Al siguiente día siguiente Aleja se reunió con sus amigas de ballet.

Aleja ya no quería una hermana y se echaron a reír, dijo que no volvería a hablar del tema. Cuando llego a casa y vió a sus padres corrió a abrazarlos y les pidió perdón a los dos porque los estaba obligando a hacer lo que ella quería, les dio un beso.

Roberto y Angélica decidieron darle una perrita. Al día siguiente, Roberto y Angélica fueron en busca de una perrita. Cuando llegaron a casa con la perrita y se la dieron. Ella se preguntaba porque le habían comprado una perrita.

Al siguiente día, Aleja tenía clase de ballet, antes de salir dijo a la mamá -porque me compraste una perrita- su madre le dijo: “sabemos que te vez muy triste y por eso decidimos darte una mascota para que no te sintieras sola”. ella dijo: -pero ni mi abuela me deja salir- es por protegerte dijo su madre. Alejandra dijo con mal genio -mamá yo me se defender sola yo no soy niña pequeña- corrió a su cuarto y casi se cae en las escaleras.

Cuando su mamà llamó a Alejandra para almorzar, ella bajo pero aun enojada, su madre le dijo -no me gustó la forma que me hablaste- su papá dijo “quien te gritó Angélica” y ella dijo -nuestra hija- el padre regaño a Alejandra por gritarle a su madre y le dijo no tienes que gritarle a nadie.

Aleja se puso triste y le dijo a su madre que si la podía perdona, su madre la perdono y empezaron a comer. Era hora de la clase de ballet y ella estaba muy triste por lo sucedido. Llegaron a clases y ella le preguntó a sus amigas si algunas de ustedes alguna vez le han gritado a sus padres y todas contestaron que no porque a los padres no se le grita, ella dijo -le grité a mi mamà hoy- sus amigas le dijeron pídale el perdón de ella y Aleja dijo ella me perdono.

Cuando llegaron a casa Aleja les prometió que nunca más le gritaría a su madre y que en ahora de adelante se portaria bien y ella fue al principio muy triste pero en el momento está alegre.