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Foto del escritorAna Isabel Vasquez Benítez

“LA VIDA DE NUCITA”

Actualizado: 23 oct 2019

NARRACIÓN




Hace un tiempo había una niña llamada Martina, que quería tener un perrito y un día su madre llegó con una pequeña perrita entre sus manos, la niña de la emoción empezó a llorar, la cual llamaron Nucita porque parecía un chocolate, la perrita tenía un mes de vida era muy pequeña y tierna.

Cuando Nucita cumplió 15 días en la familia y la llevaron a cortarle la colita, Nucita estaba muy delicada y no quería que la tocaran. Cuando Nucita mejoró se volvió muy juguetona y alegre, a los tres meses se puso muy delicada no quería comer y vomitaba mucho, Martina junto con sus padres llevaron a Nucita al veterinario el cual les dijo que le tenían que hacer una pequeña intervención. Martina al escuchar al veterinario se preocupó demasiado y empezó a orar por Nucita, llegó el día de la intervención y a Nucita le extirparon la glándula anal, Nucita con los días empezó a fortalecerse, engordo y se volvió muy bonita.

Ella era muy juguetona y cuando hacían aseo le gustaba correr tras la escoba y el trapeador, Martina le tenía muchos juguetes a Nucita y siempre jugaban un buen rato, Martina y Nucita tenían un lazo tan fuerte que Nucita era muy pendiente de ella y sabía cuando llegaba del colegio y la esperaba a la hora exacta en la sala mirando hacia la puerta esperando su llegada, cuando no llegaba al ahora esperada se estresa mucho y cuando llegaba Martina se orinaba de la emoción tan grande que le daba al verla.

Martina era feliz celebrándose cada mes de vida y sus padres le compraban una pequeña torta y ponían música, era un buen momento que pasaban juntos en familia.

Nucita era una perrita muy querida ya que su familia le demostraba mucho amor y cariño, ella les correspondía ese amor con gestos muy lindos. Ella era muy consentida y no les gustaba dormir sola tenía que estar cerca a Martina. En las noches en las que Martina se encontraba lejos de casa Nucita se sentía muy sola y chillaba hasta dormirse.

Pasaron los años Martina y Nucita seguían siendo inseparables, eran mejores amigas. Martina llevaba a Nucita a todos los lugares donde ella iba y eran muy felices realmente felices. Martina terminó el colegio y tenía que entrar a la universidad no sabía que estudiar y su padre le recomendó estudiar zootecnia ya que ella amaba a los animales, Martina muy contenta dijo acepto la opción, pero había un gran problema esa carrera no la había en la ciudad, tendría que viajar a otra ciudad para poder formarse.

Martina quería llevarse a Nucita pero se dio cuenta que no podía hacerse cargo de ella ni prestarle la atención que ella requería, ella no iba a hacer sufrir a su mascota por capricho, decidió dejarla con sus padres y se fue a estudiar. Pasaban los meses y Nucita entró en depresión, no quería comer y en las noches chillaba junto a la cama de Martina, realmente la extrañaba.

Martina cada vez que tenía tiempo iba a su casa para ver a su familia y en especial a Nucita, la felicidad inundaba a Nucita y en esos días que estaba junto a Martina cambiaba totalmente su actitud era radiante. Pasaban los años Martina estaba en la universidad y Nucita con los padres de ella y cada que tenía tiempo libre iba a su casa a pasar tiempo con ellos y así fue durante mucho tiempo.

Un día Martina recibe una llamada de su padre quien le dijo que Nucita tenía un pequeño novio su nombre era Bruno el cual era de la vecina y que este había preñado a Nucita y que quería que fuera a la casa para que presenciara el momento del nacimiento de sus bebés, Martina accedió y se fue inmediatamente a su casa.

Nucita se puso grave no podía tener a sus pequeños Martina corrió con ella en brazos hacia la veterinaria, se sentía impotente al no poder ayudarla, ya que no tenía los implementos necesarios. Pasaban las horas y nada que le daban noticias sobre ella, todos estaban muy preocupados porque si seguía con complicaciones era posible que perdiera la vida. Martina estaba muy preocupada y en silencio oraba, le pedía al señor que por favor no se la llevara de su vida, que le diera más tiempo, al rato salió el veterinario con una sonrisa y les dijo “son cinco pequeños, Nucita se encuentra estable, pueden pasar a verla.” Martina entró con un nudo en la garganta pensando que la vería en mal estado, pero sintió como una frescura recorría su cuerpo cuando vio que Nucita la recibió moviendo la colita.

Martina se quedó varios días en la casa esperando a que Nucita mejorara del todo para poderse ir tranquila, mientras transcurrían los días Martina se encargaba de todo lo que tenía que ver con Nucita los bebés se volvían cada vez más grandes y fuertes al poco tiempo empezaron a caminar y eran muy inquietos, todos eran felices con los perritos en la casa.

Martina volvió tranquila a la universidad y siguió con sus estudios, los padres de ella empezaron a buscar adoptantes para los bebés de Nucita, buscan buenas familias que los tuvieran como se debía y se quedaron con una pequeña perrita la cual llamaron Lolita, Nucita ya no se sentía sola porque tenía a su pequeña a su lado y jugaban todo el día.

Martina término culminó la universidad y volvió a su casa, sus padres le ayudaron a abrir una veterinaria, con mucho amor y dedicación fue creciendo el negocio hasta que se volvió muy popular, las personas que iban hasta la veterinaria solicitando su ayuda quedaban muy satisfechos y a la vez encantados porque tenían dos enfermeras muy peculiares que le ayudaban a Martina después de todo proceso que se realizaba, eran Nucita y Lolita que se acostaban al lado de los pacientes y de alguna manera los tranquilizaba. Tenían trajes que la madre de Martina les había confeccionado a su medida, se veían realmente adorables.

así Martina y Nucita pasaron muchos años juntas ayudándose y amándose la una a la otra vivían muy felices.

Nucita envejeció y abandonó el mundo terrenal de manera tranquila, Martina tenía el corazón roto pero estaba feliz de haber pasado tantos años de alegría junto a su amiga, además le había quedado un buen recuerdo de ella Lolita su pequeña hija. Todos los años transcurridos habían sido perfectos no podía haber pedido una mejor compañía, Martina siempre llevó en su corazón a su pequeña Nucita con mucho cariño y con una gran sonrisa.




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6 Comments


Esperanza Velasquez Lozano
Esperanza Velasquez Lozano
May 01, 2019

Realmente me encantó tu cuento, creo que has plasmado en él lo que deseas ser como profesional. Adelante que como escritora tienes mucho para dar. Felicitaciones.

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Leidy Viviana Vasquez Benitez
Leidy Viviana Vasquez Benitez
Apr 12, 2019

Muy lindo el cuento hermanita, eres muy especial con los animalitos nunca cambies te quiero mucho....

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Ana Josefa Velez Tovar
Ana Josefa Velez Tovar
Apr 12, 2019

Que cuentos más hermosos. Me parece verlos de "pequeños", cuándo se preguntaban sobre cómo podian escribir y comunicarse, qué alegría y gratitud,verlos ahora convertidos en "escritores", gracias al acompañamiento de un excelente maestro.Los llevo a todos en mi corazón. Me siento muy agradecida con Dios y con la vida,por haberme permitido ser su maestra.Un gran abrazo a todos.Gratidud y admiración por su maestro Amadeo. Ana Josefa.😘

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Oscar Alberto
Oscar Alberto
Apr 12, 2019

es igual que cuando yo tenia a una perrita se siente bien tener un amigo al lado tuyo

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Ana Isabel Vasquez Benítez
Ana Isabel Vasquez Benítez
Apr 11, 2019

Muchas gracias

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