Había una vez una niña llamada Briana que tenía 8 años, a ella le gustaba mucho las muñecas. Un día su padre Esteban decidió comprarle dos muñecas, cuando llego a casa se las entregó.Briana se puso muy feliz y todos los días jugaba con ellas.
Pasaron las noches y no había sucedido nada extraño, hasta que una noche Briana se acostó a dormir con sus dos muñecas. Pero en la madrugada se despertó exaltada y vio que las muñecas, no estaban.
No sabía si llamar a su mamá o a su hermano mayor. De repente recordó lo que su madre tanto le decía, que fuera valiente, luego vio que las dos muñecas estaban paradas al final de la cama. Vio que las muñecas tenían los ojos muy rojos y cuando la niña estaba a punto de gritar una muñeca habló y dijo: -olvidaste ponernos un nombre- somos Marbella y Malbella. Briana se quedó tan paralizada que no podía hablar y estas muñecas dijeron a Briana que no podía decir nada.
Al día siguiente Briana no quería ir a la escuela, pero sus padres dijeron que debía ir porque faltar a clases no era bueno y podía retrasar sus actividades escolares. Briana fue al colegio, pero su mamá notó que a su hija le estaba sucediendo algo desde que su padre había llevado las muñecas.
Cuando llegó la niña del colegio, sus padres quisieron hablar con ella para saber qué le pasaba, pero ella guardó silencio y les dijo que todo estaba bien.
Cuando llegaba la noche, Briana le pedía a sus padres si podría dormir con ellos en el cuarto, pero sus padres le decían que estaba muy grande para dormir con ellos, y que debía dormir sola para dejar el miedo. Su mamá la acompañaba hasta que se durmiera y le decía que no tuviera miedo, que su hermano estaba en el cuarto de al lado y la estaria cuidando, la niña aceptó.
Cuando cerró los ojos, sintiò que alguien la miraba, se asustó tanto que empezó a rezar, al terminar sus plegarias sintió mucha sed y fue a servir un vaso de leche. Por el momento todo salió bien porque su hermano la estaba acompañando, pero cuando la dejó en el cuarto de nuevo, aparecieron las dos muñecas y le dijeron: “ hola como estas , queremos jugar contigo.”
Briana salió corriendo y gritando al cuarto de sus padres, estaba tan asustada que la vieron blanca como un papel, pero ella seguía callada sin contar lo que le pasaba. Sus padres pasaron esa noche con ella y decidieron que era buena idea llevarla con un psicólogo.
Apenas amaneció, salieron con Briana al psicólogo. Pensaron que a él si le contaría el por qué de esos episodios de miedo que le daban en la noche, y así fué. Briana se sintió en confianza con el doctor y le contó todo lo que le venía sucediendo desde que su papá le regaló las muñecas.
Luego de hablar con el psicólogo quedó más tranquila, y éste informó a los padres de Briana lo que pasaba, les dijo que debían deshacerse de las muñecas para que ella dejara ese miedo cada noche ya que eso era lo que se lo producía.
Llegaron a la casa y de inmediato hicieron tal cual como les había dicho el psicólogo. El papá de Briana se sintió culpable y pidió perdón a su hija, pero ella dijo que no tenía porqué pedirle perdón ya que él se las había dado con mucho cariño y no sabía lo que iba a pasar al dárselas. Briana se puso muy feliz, sentía que ya no tendría miedo y dormiría tranquila. El padre fue a buscar las muñecas para quemarlas, pero no las encontró. Desaparecieron así, como de la nada. Se esfumaron. Las buscaron por cada rincón de la casa, pero la búsqueda no prosperó.
Al día siguiente, el papá de Briana le llevó una Cacatúa para que tratara de olvidar lo sucedido con las muñecas y dejara eso atrás.
Pasaron los días y todo volvio a la normalidad aparentemente. Briana dejo de ir al psicólogo, pues ya se sentía bien, dejo los miedos y ya descansaba sola en su cuarto sin ningún problema. Sin embargo, cada noche siente que la observan desde la oscuridad, pera está convencida que las muñecas ya están en otra casa atormentando a otra niña. Tal vez esa casa pueda ser la tuya.
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