Cuenta la leyenda hace muchos años, en un pueblo muy lejano, vivía un rey conocido por todos como Ibrahim, desde su primer día de mandato decidió organizar a sus hombres de tal manera que los pobladores estuvieran a salvo, se aseguro que cada poblador tuviera un mejor modo de vida, con el pasar del tiempo premio aquellos que trabajan en su establo y borro la pobreza. A pesar de su gran esfuerzo siempre encontraba a un grupo cada vez más grande de personas inconformes con su modo de vivir.
Una vez su hijo Pedro decidió que era el momento de poner en práctica sus ideas. Comprende y obedece en la forma de reinar de su padre, pero él estaba confiado en que las podía mejorar.
Tenía la capacidad e inteligencia para saber que, a mucha gente se le regalaba su posición social sin habérselo ganado y precisamente ellos se sentían en desacuerdo con las leyes del pueblo. Pedro le propuso a su padre el rey una estrategia se haría pasar por aprendiz y empezaría a trabajar en el pueblo.
Allí se dio a conocer entre vecinos de igual manera así mismo investigaría a cada uno de ellos.
Cuando tuviera una idea clara y precisa del porque existía ese desacuerdo entre la población, desde entonces volvería a casa.
El rey temía que su hijo fuera reconocido por algún poblador y pudieran hacerle daño. Pero en el fondo confiaba en el buen corazón de su gente.
Llego el día indicado y el príncipe Pedro se dirige solo al centro del pueblo. Se encontraba muy intranquilo y dudaba de que su idea fuera buena, pero estaba contento y decidió vestirse como un joven poblador con ropa de acuerdo a su edad y sin ningún rastro de riqueza. Su amigo Felipe, el encargado del establo real le había dado todo lo necesario.
Caminaba despacio, observando fijamente a la gente de la plaza. Había muchas discusiones entre ellos, inconformidad por los precios, gritos continuos y falta de armonía. Pensaban que ellos eran víctimas de abusos y malos manejos. Pedro observaba con gran atención los corrales que encontraba a su paso, ya que entre sus próximas labores estaba el establecer conversación con el resto de aprendices.
Pensaba que su mejor opción seria ser un ordeñador ya que la mayor parte de su vida la había pasado junto al lechero real viendo como preparaban el yogur leche mantequilla y otros productos para su familia. Su padre se había encargado de hablar con el ordeñador pero hacia varios días que lo estaba esperando.
Durante días trabajo aprendiendo a desempeñarse en el oficio a su vez tuvo la oportunidad de relacionarse con todos los demás aprendices que día tras día iba conociendo pero fue el lechero el que le dio mas información valiosa, sus conversaciones eran largas y duraderas mientras la vaca era acomodada para ser ordeñada fue en esa conversación que Pedro descubrió la verdad de todo aquel desconcierto y pudo experimentarlo en carne propia para mantener el buen funcionamiento del pueblo el rey fijó unos cobros trimestrales a la población. Dado el momento los encargados de recoger, eran personas conocidas como los recaudadores pasaban por los puestos donde la gente vendía toda clase de alimentos u objetos valiosos para recoger el dinero, 30 monedas de oro para la mayoría de ellos.
Un día mientras Pedro ordeñaba una vaca aparecieron dos hombres en el establo.
Bienvenidos a mi humilde labor. Ahora mismo les doy mi cuota dijo el lechero Juan. Pedro lo miró sigilosamente y pudo notar lo nervioso que estaba que tenemos aquí el cobrador de ojos grandes y voz gruesa se dio cuenta de la leche caliente y espumosa, le pareció la más rica y deliciosa alzó el vaso y lo miraba por lado y lado Creo que no te hará falta si me tomo este vaso de leche pregunto a su compañero.
Estupendo amigo. Parece ordeñada especialmente para ti.
Por Favor señor, no puede tomársela e pasado muchas horas aquí sentado si lo prefiere puede llevarlos a la cocina real para que prueben otras leches tal vez les guste más.
Ok, mas bien dame tu cuota porque no voy hablar mas de eso y tomaré la que yo quiera, y hazte a la idea de que le has servido leche al rey Ibrahim.
Pedro no podía creer que la misma gente que trabajaba para su padre no podían mantener el buen funcionamiento del reino y aun mas que estuvieran abusando de su poder. De forma tan desagradable se había equivocado por pensar que la gente estaba descontenta por otros motivo. Camino a la entrada para ponerle fin a la situación y así fue como el rey descubrió lo que pasaba en el reino, gracias a su hijo desde entonces vivieron en armonía ayudándose unos a otros día tras día.
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